Si me pierdo, buscadme en Cuba
Aunque es el día de los Tercios, ni vamos a hablar del importante papel que tuvieron en la Edad Moderna y de la derrota de Rocroi, el principio del fin del dominio español que se refleja en la desventajosa paz de los Pirineos entre el vallisoletano Felipe IV y la Francia de su sobrino Luis XIV. No se supo aprovechar la victoria de Valenciennes, la última de España en la guerra de los Treinta Años, en la que nunca debimos haber entrado. En 1898 se perdió Cuba y la estatua de Colón de Valladolid no se fue a La Habana sino que se queda aquí para siempre, esperemos. De poco nos sirvió la invención del submarino por Isaac Peral. Tal vez si hubiese jugado bien sus cartas España se podría haber derrotado a Estados Unidos, agresor y traidor contra quién le ayudó a ser independiente o por lo menos, haberle hecho pagar muy caro el robo de nuestras últimas colonias. Su presidente no vivirá mucho para disfrutar su crimen y será asesinado a principios del siglo XX. En fin, el pasado es el pasado.