Nueva estación
El final del verano llegó y el otoño empieza a ocupar su lugar y ya el fresco empieza a sorprender a quien va todavía en pantalones cortos, casi nadie salvo algunos valientes poco frioleros.
Como decía el que fuese estudiante de nuestra ilustre Universidad, Francisco de Quevedo y Villegas, "ande yo caliente, riase la gente".
En estas próximas semanas las hojas caídas dan un color especial y que no se puede igualar a la ciudad de los ríos Pisuerga y Esgueva. No hay otra opción que recorrerla, buscando sitios menos conocidos o incluso recónditos, como es el caso de las cada vez mejor cuidadas orillas del Esgueva pero también están el cerro de Las Contiendas y los márgenes del Pisuerga.
Es una pena que los árboles pierdan sus hojas y se queden pelados pero no todos. Algunos conservan su color verde en estos meses más fríos.
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