Misterios y lujo

 En los free tours se encuentra uno con gente buena y mala, gente seria y extraña como los pinos de Murcia que se entusiasman con el Zorrilla y no les importa dónde nació Ana de Austria o el lugar de la segunda boda del último rey de lis Habsburgo en España, Carlos II. No faltan las impresentables niñas de Madrid que dan una cantidad ridícula de dinero y ponen además malos comentarios para justificar su tacañería, ya pagarán su fechoría o los mexicanos asquerosos e incultos, el aragonés de Monzón inculto y tonto, los vitorianos que no tienen ni la ESO o el profesor granadino sin calificativos pero me quedo con los buenos t el Campo Grande, que gusta a todo el mundo, al igual que la misteriosa iglesia de Santa María Magdalena, junto a la Facultad de Medicina, donde estudió Félix Rodríguez de la Fuente y la Casa Museo de Colón, cuya estatua está al lado del Campo Grande. Tenemos calle y plaza de Colón, no está mal para el almirante que no era de la familia de los Enríquez ni de Medina de Rioseco sino presuntamente de Génova y seguramente gallego o portugués.

Las historias del Campo Grande son interminables junto con su vida animal, historia y cultura. Es una suerte que se haya conservado en una ciudad con un patrimonio casi expoliado.