Dentro de trescientos años
Tal vez haya cyborgs por las calles y el mundo sea una parte de la galaxia, en la que las formas de vida son muchas y muy distintas entre sí o puede que ni exista la vida en la Tierra.
La cuestión es que como nadie tenemos la máquina del tiempo de Wells ni el coche de Regreso al futuro, podemos imaginarnos un mundo a nuestra medida. Todo depende de nosotros y puede que elijamos el mejor de los futuros.
Seguramente Valladolid será una ciudad más importante de lo que es ahora y un centro turístico muy importante a nivel mundial. Nadie lo sabe pero soñar es gratis y la imaginación no tiene límites, como no los tenía la fantasía de nuestro ilustre vecino Miguel de Cervantes Saavedra. Hasta pronto.
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