La pirámide roja
La pirámide de Micerinos no es tan impresionante como la de sus antepasados Keops y Kefrén, que tal vez utilizaron gran parte de los recursos de Egipto para sus tumbas y su vida futura, por lo que para el tercero de los grandes ya no había tantas posibilidades ni recursos materiales y humanos pero incluso así, es impresionante y no precisamente pequeña sino todo lo contrario y destaca por los restos de granito de revestimiento, por lo que da a entender que fue roja hace milenios. Ese color se identifica con nuestra plaza Mayor y con la bandera de Castilla, aunque Ansúrez era leonés y enemigo del Cid Campeador, al ser partidario del rey Alfonso VI, que se vio favorecido por el asesinato de Sancho II de Castilla en Zamora, que no se gana en una hora.
Micerinos no parece ser tan opresor como sus antepasados Keops y Kefrén sino que parece más amable pero incluso así, aparece como hombre y dios y fue capaz de traer granito desde Assuán, lo que indica que era dueño de todo Egipto.
En el siglo XIX, los europeos se interesan por las pirámides, que llegaron a impresionar a Napoleón Bonaparte, que estuvo también en nuestra ciudad. El problema es que se produjeron destrozos, muchas veces inútiles e irreparables.
En el siglo XIX, un vallisoletano llamado Enrique Gato crea a Tadeo Jones, albañil que quiere dedicarse a la arqueología pero que se encuentra con grandes obstáculos al tratar de lograr que su sueño se haga realidad de una vez por todas.
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