CERCA DEL CASABLANCA
Ya conocemos el Palacio Episcopal, el Teatro Calderón (sede de la interesante SEMINCI) y Las Angustias y nos vamos a ir al cine al Casablanca, lo que no es mala idea y más con el sugerente nombre de la película protagonizada por Humphrey Bogart en los cuarenta.
Otra opción puede ser ir a tomar algo por San Miguel o dirigirse a la Plaza de los Arces para ir luego a San Benito o a la curiosa Plaza del Val. Todo es posible en una ciudad como esta, en la que el aburrimiento no está permitido, al menos los fines de semana.
las calles peatonales dan otro aire a la zona y nos recuerdan que no siempre la ciudad estuvo llena de automóviles, ruido y estrés. Excelente combinación;: pasado y presente.
Muchos de los cines de la ciudad han sido cerrados como el de Mantería, el Vistarama (Rondilla) o los cines Coca (que dan nombre a la plaza en que se encontraban a pesar de que es otro el nombre oficial de ese bello e interesante lugar: Martí y Monsó).
Por aquí pasó Fernando el Católico, uno de los tantos personajes históricos en la época de apogeo de la ciudad: Baja Edad Media y Edad Moderna. En 1596 la villa pasará a ser ciudad y un pequeño monumento lo conmemora cerca de la iglesia de Santiago. Eran otros tiempos y España no existía como tal.
la parte más antigua de Valladolid está cerca de aquí, muy cerca y el pequeño trozo de muralla de la calle de Las Angustias nos recuerda lo que fue en otros tiempos. Cojamos la máquina de H.G. Wells.
No muy lejos está la curiosa calle de la Rúa Oscura y no lo es sólo por su nombre. Fue de los poco que que´do tras el incendio que ocurrió hacia 1560.
Casablanca es la mítica película protagonizada por Humphrey Bogart en los años cuarenta pero que fue rodada en Los Ángeles y no en la histórica y relativamente próxima ciudad a España del norte de Marruecos. Sólo películas así pueden dar nombre a cines. Atrás quedan los tiempos en los que decenas de cines por toda la ciudad, edificios grandiosos y muy bellos hacían las delicias de todos: Vistarama, Roxy, Mantería y tantos otros. Eran otros tiempos. Una película en pantalla grande siempre es algo muchísimo mejor que en el móxil o en una tablet.
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