LA CALLE MÁS HERMOSA DE VALLADOLID
Eso es lo que muchos piensan. La verdad es que no son pocas las calles de la ciudad que merecen la pena ser recorridas con calma para disfrutar de sus edificios y recordar su significación histórica y esta es una de ellas. Nunca puede faltar en cualquier recorrido de la ciudad porque allí nación el patrón de la ciudad y de los toreros, San Pedro Regalado en la ya lejana en el tiempo Baja Edad Media, conflictiva parar el reino de Castilla y fundamental en la configuración actual de España. Al final de esta calle está la iglesia de la Vera Cruz (no creo que el trozo de madera convertido en reliquia pertenezca a la cruz de Cristo pero esto es aceptado en la ciudad por casi todos). Cerca fue ajusticiado Álvato de Luna, que pasó su última noche en la poco apreciada calle de Juan de Mambrilla. El nombre de la calle dice mucho de su esplendorosa historia.
El incendio de 1561 dañó esta calle, cercana a la plaza Mayor y tuvo que reconstruirse si bien fue en siglo XIX cuando adquirió su actual configuración. La verdad es que ya no hay tantos establecimientos de comercio como antes pero incluso así sigue siendo un lugar de compras y mucho.
Sus balcones no dejan indiferente a persona alguna y son el camino lógico para ir a la curiosa plaza de los Arces y a San Pablo desde los alrededores de la plaza Mayor y Fuente Dorada.
Estoy totalmente de acuerdo. Con una rehabilitación algo mejor podría ser sensacional. Es un lugar de visita y no de paso obligado para quien venga a esta ciudad.
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