Entre el Cantábrico y el Duero
Del territorio de la actual Castilla y León, solamente la cabecera del Duero fue ocupado por los musulmanes. Es posible que la batalla de Covadonga nunca existiese y que simplemente los musulmanes se retirasen del norte de España y Portugal porque no les interesaba, como fue el caso de los bereberes en Galicia. La calle de Munuza en Gijón indica que allí estuvieron los seguidores de Mahoma, cosa que no, seguramente, en Vizcaya, Guipúzcoa, norte de Navarra y Pirineos de Huesca y tal vez Lérida.
Las Vascongadas no interesaron a romanos y musulmanes salvo Álava y de hecho, Vitoria es de origen romano pero el trigo era otra cosa distinta. No es fácil hacerse con un territorio extranjero pero el problema musulmán eran ellos mismos y no tanto los vecinos septentrionales de la Cordillera Cantábrica y de Pirineos. Por otra parte, el Ebro supuso un punto de gran fricción para carolingios y cordobeses porque Aragón y Cataluña ya eran lugares estratégicos.
En cuanto a la batalla de Simancas, no se sabe si existió ni cuando ocurrió pero los asturianos y leoneses llegan al Duero antes del año 1000. Son tierras casi despobladas y de poco interés para los califas, que ya han superado el emirato en el siglo X. Todavía queda mucho camino hasta Córdoba y más todavía hasta Melilla, castellana desde 1497 y que aparece en la parte africana del Tratado de Tordesillas.
Feliz otoño y felices fiestas a los habitantes del barrio de Pilarica.
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