Lo que ya no está aquí y podría estar

 Es mucho, tal vez demasiado. Mientras otras ciudades conservaron su patrimonio arquitectónico nosotros no lo hicimos y perdimos mucho por unos pocos beneficios. El desarrollismo de época de Franco tuvo su cara amarga y González Regueral y otros hicieron un daño irreparable que por suerte, se ha recuperado un poco en los últimos años.

La actividad cultural en la ciudad es muy amplia y todo ha mejorado mucho en el último lustro pero tal vez no es demasiado conocida. Este año no ha habido teatro de calle ni fiestas de San Pedro Regalado ni de la Virgen de San Lorenzo por causas obvias. El próximo año todo volverá a la normalidad.

Se dice que el mejor museo es el Oriental pero hay para todos los gustos y los habitantes de la propia ciudad son los que menos los visitan y no sólo hay que centrarse en el Nacional  de Escultura o el Arqueológico Provincial.

La visita a la iglesia de la Pasión o a la Casa Revilla son siempre interesantes y sorprendentes.

Ahora que se puede, no hay que quedarse en casa y disfrutar lo que se tiene cerca.

Hace diecinueve años de la tragedia del 11 de septiembre en Nueva York. No olvidemos a las víctimas ni la maldad del terrorismo islámico.