El cobarde huyó y ahora lo paga
Huyó, desertó, no dio la cara, no afrontó sus problemas, se escondió y ahora lo paga cara, habiendo hecho bastante daño a otras personas que no tuvieron la culpa. No es un verdadero hombre sino un niño malcriado y caprichoso, incapaz de afrontar sus problemas y ser un adulto serio y responsable, como son las personas a quienes ha perjudicado. No hay punto de retorno y ahora sufre por dentro su cobardía, niñerías y falta de responsabilidad porque se lo merece. Paga sus hechos erróneos y consecuencias caras. Se lo merece pero parece ser que nunca aprenderá y de ve en cuando perjudica también a los demás. El cobarde soy yo, único culpable de todo el mal de otras personas a las que perjudiqué.
Comentarios
Publicar un comentario