Me lo merezco




 No di la cara. No afronté mis problemas como un hombre, huyendo como un niño, como un auténtico cobarde y ahora me pesa. Lo estoy pagando caro. Me vi rodeado pero pude haber sacado fuerzas y pedir ayuda, en lugar de huir como siempre. No puedo expresar mi pesar por el daño causado y mi cobardía, pero ya no se puede hacer nada. Me lo merezco y lo estoy pagando caro con tristeza y depresión. Lo siento. Fue mi culpa. No estuve a la altura y me lo merezco. No se puede ya hacer nada. Nunca voy a aprender. No es agradable haber dañado a otras personas y ser incapaz de volver atrás a disculparse y reconocer los errores, lo que me hace todavía más cobarde y rastrero pero incluso así, merezco vivir y reparar en el futuro mis errores y daños, pero mientras siga siendo un cobarde no podré.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ESCUDOS LABRADOS EN PIEDRA

La NBA tuvo su época dorada

Separación dolorosa