Terrible despedida

 Seca, terrible y amarga despedida porque un tóxico saboteó todo el gran trabajo que se había hecho y ahora toca volver al punto de partida inicial. Volveré porque conozco ya las reglas y he aprendido de mis errores. Soy un cobarde que ha obrado muy mal sin afrontar sus problemas pero he aprendido bien la lección porque el dolor no es en vano y la cobardía se paga cara. No supe mantener la calma ni afrontar mis problemas y lo pagué caro, muy caro, por lo que ahora debo recuperar el tiempo perdido pero volveré y esta vez, no defraudaré. Las mujeres que merecen la pena odian con razón a los cobardes como yo. He aprendido bien, muy bien la lección. No hay que huir de los monstruos, aunque nos puedan hacer daño, no hay que tener miedo de ellos porque entonces se apoderarán de nuestras emociones y nos atacarán con todo su poder. Me lo merezco y pago las consecuencias de no haber sido capaz de luchar. Soy de lo peor. Los traidores son lo que son, pero luchan. Me lo merezco.