Horas y horas de diversión sin fin
Los libros, sobre todo si son de papel, el cine y los videojuegos nos proporcionan horas y horas de diversión interminable aunque como se dice en Rusia: el trabajo requiere tiempo, para divertirse basta una hora. Cada cosa a su tiempo.
Los salones de juegos recreativos casi han desaparecido y nos queda solamente el recuerdo de lo que fueron y ya no volverán a ser nunca porque todo tiene un comienzo y un fin. Todo cambia. Un juego con trato con personas era fantástico porque entonces internet estaba al alcance de unos pocos, casi siempre empresas mientras que ahora está muy pero que muy extendido.
Otro día se hablará de Mariano Díez Tobar, un burgalés de Tardajos que puede que inventarse el cine.
Muchas gracias a las personas de todos los continentes que visitan este blog, especialmente a los africanos.
ResponderEliminar