Nunca olvidaré mi primer día de colegio ni tampoco mi primer día de instituto ni tampoco de universidad aunque hayan pasado ya veintiséis años de este último y uno se encontrase ciertas cosas que nos buenas aparte del típico gracioso que viene a la Universidad a cobrar sin trabajar porque tiene otros negocios y adultera los exámenes con las bolitas de los temas que a él le interesa que salgan y así acabar antes. Por culpa de vagos así la universidad en España no es de las mejores del mundo pero el tiempo les pondrá en su sitio porque sobran en la educación pública y nos roban a todos con su vagancia, chulería, prepotencia y cobardía.
Gracias a los gobiernos de la izquierda la educación se ha extendido a todo el mundo y no solamente pueden estudiar los ricos, que es lo que pretende la derecha. La concertada no tiene ningún sentido porque apenas hay natalidad en nuestro país, por lo que animo a la gran familia de la pública a mejorar día a día.
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