La gran urbe no es para King Kong
El más grande y conocido de los simios no se encontraba a gusto en la ciudad de Nueva York y tal vez le hubiera gustado más una ciudad de tamaño medio como la nuestra. En otra película de King Kong a saber lo que puede crear la imaginación humana, algo que no tiene límites y es increíble porque todo y todos tienen allí cabida sin excluir a nadie.
Cuando Nueva York era un territorio indio que adquirirán los holandeses por unos espejos de veinte dólares de valor, Valladolid había sido Corte Real y Felipe IV era conocido como el Rey Planeta aunque la decadencia de los reinos hispánicos era notoria frente al gran siglo inglés y holandés.
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