Recreativos desaparecidos
Los salones de juegos recreativos nos han dejado hace tiempo o se han transformado en negocios más acordes con la demanda de la juventud actual y de otros que ya no son tan jóvenes.
Los recuerdos son imborrables y casi fantásticos. Hubo incluso quien encontró allí a la pareja. Eran lugar de paso antes de llegar a los bares de la plaza de Portugalete o de la calle del Paraíso.
Eran lugares únicos que se situaban también cerca de los institutos de bachillerato o de formación profesional, cuando no de las facultades y escuelas universitarias.
Personajes de todo tipo y experiencias únicas es lo que ofrecían aunque había quien prefería los billares y futbolines, sin olvidarnos de las eternas máquinas de pinball. Viva la fiesta.
Me imagino el final de la década de los ochenta en los recreativos, billares y futbolines, escuchando a Locomia.
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