Se acaba San Silvestre

 Nuestro alcalde no soterrador y siempre senador no parece muy deportista, no como el alcalde de Madrid, que se dice que corre hasta la San Silvestre Vallecana. No parece que un barrio obrero sea del agrado de Martínez Almeida, pijo y poco amigo del trabajo duro, aunque sí de la tauromaquia.

Se acabó lo que se daba y llega otro año más lleno de promesas, que seguramente quedarán en agua de borrajas en un par de meses, tras el impacto terrible de la cuesta de enero y la vuelta a la realidad pero antes, esperando a los Reyes Magos y disfrutando lo que Papá Noel nos ha traído, que no es poco y que será mucho más el próximo año.

Nos encontramos con nuestros amores platónicos por la calle con sus hijos en carrito pero no importa tanto, posibilidades hay muchas y llegarán otros mucho mejores y que nos harán olvidar los sueños rotos de hace no tanto tiempo.

Feliz año nuevo.