Genios a los que no se escuchaba
Los arbitristas anunciaban la decadencia española y buscaban soluciones razonables pero no se les escuchaba y menos sé les daba medios razonables para poner en práctica sus ideas. En un país de contradicciones y en el que el enemigo está más cerca de lo que uno se cree la decadencia fue rápida y contundente, con enemigos a los que la Monarquía Hispánica no se podía enfrentar y menos vencer.
Incluso así, se estará cerca de derrotar al cardenal Richelieu, aliado con el bando protestante en la guerra de lis Treinta Años y quedará alguna que otra victoria para el recuerdo en el siglo XVII como Nordlingen y Valenciennes. En tiempos de Carlos II apenas se perdieron territorios y las guerras defensivas contra Luis XIV llevarán a la larga a Francia al declive y la Revolución era cuestión de tiempo.
Había gente como Newton o Kepler pero se les ignoraba por completo en un imperio con bases poco sólidas y donde las apariencias escondían una realidad nefasta, sobre todo para las clases populares. Si Felipe IV hubiese gobernado por sí solo no lo hubiera hecho mal pero los toros y las mujeres le interesaban más que sus reinos al Rey Planeta.
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