Viaje en el tiempo

La herencia de Alfonso X el Sabio dio bastantes problemas en la Baja Edad Media. Sancho IV nació en Valladolid y su prematura muerte hizo que su mujer, María Alfonso o más conocida como María de Molina tuviese que hacerse cargo de la regencia, lo que se repetirá con su hijo y su nieto dando comienzo a dos siglos de guerras civiles devastadoras en la extensa y rica Corona de Castilla.

Sancho IV el Bravo fue desheredado por su padre pero no tuvo reparos en hacerse con el poder, por lo que sus sobrinos, hijos de su medio hermano y conocidos como los Infantes de la Cerda, tratarán de aprovechar el caso en Castilla, atacada por Aragón y Portugal, para hacerse con el poder y pretender separar los reinos castellano y leonés para siempre, unidos por Fernando III el Santo, que amplió los territorios castellanos hacia el sur y que se proclamó rey de Castilla y León en la plaza Mayor de la ciudad de Valladolid, entonces plaza del Mercado de la villa del Pisuerga, que Ansurez, partidario del leonés Alfonso VI y enemigo de Rodrigo Díaz de Vivar fundó en el siglo XI sin pensar que llegaría a tener una importancia capital a nivel mundial al albergar acontecimientos de primer orden y ser lugar de nacimiento de reyes que extendieron sus dominios por todo el mundo.

María de Molina, enterrada en las Huelgas Reales resistió y aunque el portugués Don Dionis y los reinos de Aragón obtuvieron territorios castellanos, el principal reino peninsular tendrá un papel capital en la historia ibérica, Europea y mundial, dominando el mundo y descubriendo América. En el escudo de la ciudad de Los Ángeles, California, aparece el reino de Castilla y no es por casualidad.