Teodosio convierte al Cristianismo en religión oficial del Imperio
El último gran emperador del Imperio nació en la localidad segoviana de Coca y terminó lo que Constantino El Grande había comenzado. De la tolerancia a la religión que negaba la divinidad del emperador se pasa a que la religión de Jesucristo sea la oficial del Imperio de una vez por todas.
El Imperio va a ser dividido y no es nada nuevo porque Diocleciano lo divide en dos zonas regidas por un augusto al que le asiste un césar que luego le sucederá pero el Dominado (dominus et divus) no cuaja y vuelve la anarquía hasta tiempos del hispano de la actual provincia de Segovia, que recupera el orden por un tiempo pero tiene claro que Roma debe hacer frente a enemigos formidables: germanos, persas y tal vez los peores, usurpadores que están dentro del "limes" o fronteras del Imperio.
Si el sueño del emperador Marco Aurelio se hubiera cumplido y se hubieran creado dos nuevas provincias: Sarmatia y Marcomania, todo podría haber sido bien distinto. Adrianopolis pesa mucho porque fue una derrota terrible frente a los barbaros en Tracia pero será la primera de tantas.
Dentro de las fronteras la seguridad se complica y los adinerados se trasladan a villas. El mundo urbano romano pronto va a terminar por unos siglos, eso sí.
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