Salamanca y Samarcanda

 Marruecos ocupa ilegalmente el Sáhara Occidental, territorio de España que tuvimos que soltar por presiones de Estados Unidos y cobardía del impresentable de Carlos Arias Navarro y la traición de Juan Carlos I, uno de los reyes más golfos y ladrones que ha habido en nuestra historia y tal vez el que más ha hecho por la Tercera República. Su hijo no me gusta nada y lleva a su hija a colegios carísimos con el dinero de todos los españoles y es un auténtico vago, sin oficio ni beneficio pero con un nivel de vida muy alto. Un amigo de Juan Carlos I fue el rey de Marruecos Hassan II, asesino y ladrón con sus opositores y con el pueblo del Sáhara Occidental. No me gusta nada ese tipo de gente. Viva la República.

Marruecos disfruta de su victoria frente a una España superior pero el tiempo pondrá a cada uno en su sitio y España volverá pronto a la senda del triunfo en los deportes. 

Cuatro aes aparecen en Samarcanda y en Salamanca. Ambas son ciudades con mucha historia y cosas que ver. El autor libanés Amin Maalouf nos dejó su novela con el nombre de la ciudad uzbeca, siempre unida a Alejandro III de Macedonia y el sanguinario Timur Lang o Tamerl, además de lugar de paso de la Ruta de la Seda.

Salamanca es la gran ciudad del plateresco y conserva su patrimonio, cosa que Valladolid ya no por obra u gracia de Regueral y otros descerebrados del pasado. 

Tanto Salamanca como Valladolid son dos importantes ciudades universitarias y lugares elegidos para estudiar por gente de todo el mundo porque los años de estudiante ya no vuelven y si lo hacen, ya no es lo mismo.

España no pudo derrotar a Marruecos, equipo antideportivo y cobarde, como Don Sebastián, sobrino de Felipe II, fue derrotado en Alcázarquivir. Portugal dejará al vecino del sur fuera de la Copa del Mundo.

Hasta pronto.