Viaje al futuro, cosas extrañas

 Si el Cid o si enemigo Pedro Ansúrez viajasen al siglo XXI quedarían aturdidos y más tarde sorprendidos de los cambios que ha experimentado el mundo en los últimos novecientos años y no sólo en lo tecnológico sino en todos los aspectos de la vida de las personas. 

Lo mismo le ocurriría a Miguel de Cervantes Saavedra, que no pensaría que las estatuas suyas llenarían toda España y su casa en Valladolid sería un museo que visita la gente. No creería que su nombre lo tendría un personaje de videojuegos, un concepto propio de los encantamientos de sus novelas. 

Seguro que no le gustaría la Guardia Civil, que sobra en España y no comprendería las mil y una fechorías y robos de Juan Carlos I, que ha acercado la llegada de la Tercera República con sus deméritos y chapuzas. 

Por otra parte, algo del premio gordo de la Lotería Nacional ha caído en Castilla y León, lo que es algo que nos vendrá bien.