Anuncios por la calle
El otoño da un color diferente a la ciudad pero solamente durante un poco de tiempo porque los árboles pelados del invierno no tardarán en llegar u entonces, habrá que esperar a que llegue la primavera para que el color llene todos los lugares del campo y de la ciudad. Es buena idea recorrer los alrededores de la ciudad y disfrutar del otoño. Todavía no hace mucho frío y se puede pasear por cualquier lugar.
La publicidad es todo un mundo y hasta un arte. Las emociones nos impulsan a comprar en muchas ocasiones , mucho veces más que lo racional. Un amigo me cuenta sus fantasías con las cajeras de supermercado. Si, de uno cercano a la iglesia de San Martín pero son eso, fantasías, pero por algo siempre va a comprar allí y no a otro lugar. No es fácil vender en un mercado de competencia perfecta y es mejor acercarse al oligopolio o a la competencia monopolista. El monopolio es algo casi imposible en estos tiempos pero no sé por qué, siempre la clase obrera sale perjudicada por los poderosos, cuando lo lógico sería lo contrario. Tal vez hay algo detrás de lo que parece a simple vista, un gobierno dentro de otro.
En fin, la ciudad siempre sorprende y más con algunos murales como el de la calle de López Gómez, parte de la ruta del Valladolid burgués y sus edificios no son de construcción reciente pero merecen la pena. Entre la plaza de España y la plaza de la Universidad hay muchas cosas que ver y mucha gente interesante que conocer. Ante todo, luchemos contra el fascismo y la mentalidad individualista de la derecha, que no entiende lo que es la libertad. Viva la clase obrera y abajo el individualismo.
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