Un puente casi milenario

 Los tiempos del rey Alfonso VI de Castilla, del conde Ansuúrez y la fundación de Valladolid quedan ya muy atrás. La configuración territorial de la península Ibérica en las últimas décadas del siglo XI era totalmente diferente a la actual pero ya se adivina el ansia unificadora de España con dos bloques aunque el caótico reinado de Urraca de León, enterrada en la localidad palentina de Saldaña y una serie de circunstancias llevarán a la conversiones del condado de Portugal en otro reino más, enfrentado a León y a Castilla para llegar a ser un poco más tarde un competidor en la exploración del Atlántico y de todo el planeta en general.

Hoy en día cruzar el río Pisuerga no supone ningún problema salvo en tiempos de crecida como aquella de 2001 pero hace novecientos años las cosas no eran así. El río que toma su nombre de Pisoraca, Herrera de Pisuerga, Palencia y que pasa por tres provincias: Burgos, Valladolid y Palencia, fue frontera natural entre León y Castilla durante siglos y entra definitivamente en Palencia en el pueblo de Villodre. 

Valladolid capital tiene muchos puentes pero uno de ellos lleva el nombre de la Condesa Eylo Alfonso, mujer del conde Ansúrez. El puente de la División Azul ya no se llama así sino de Arturo Eyries, el nombre común. El de Poniente se llamó de González Regueral, que tantísimo daño hizo al patrimonio arquitectónico de la ciudad del Pisuerga y del Esgueva.