Apenas había extranjeros en España hace 25 años
Aznar decía ser de Valladolid cuando era presidente de Castilla y León pero no es más que un madrileño del barrio de Salamanca. Su padre era de Oviedo y el abuelo, navarro. El que llegó a presidente de nuestra tierra dijo a Induráin que él también tenía algo de navarro pero el campeón de cinco Tours consecutivos le dijo que se es o no se es, no valen las medias tintas.
Cuando el madrileño que nos meterá en la guerra injusta de Irak con el absurdo pretexto de las armas de destrucción masiva llegó a presidir en gobierno español con el apoyo de los separatistas vascos y catalanes, había medio millón de extranjeros y todos legales, salvo unos pocos "africanos en Madrid" que inspiraban canciones populares. Se dejó entrar a quien quiso y el precio de la mano de obra bajó mucho en este país. ZP no corrigió el error y decía Mariano R: "efecto llamada, efecto llamada" pero él tampoco hará nada.
Bienvenido a España quien venga a trabajar pero no quien venga a vivir del cuento. Vienen sin nada y se les da de todo, hasta trabajo en un país de tres millones de parados.
Ya saben el fraude de ley que hay que hacer: entrar como turista y pedir asilo. Eso es algo paradójico y lamentable en un estado serio como el nuestro. Las trampas se tienen que pagar caras. Por su culpa tenemos a gente de la extrema derecha en los parlamentos. Quitan trabajo a los españoles sin apenas cualificación y se aprovechan de las ayudas. Juegan con ventaja y no aportan valor añadido.
Si se está en un país extranjero que te da de todo, lo primero es respetar a los nacionales y no insultarles. No todos son malos pero nos salen caros y hay que frenar esta invasión. Solamente la Unión Soviética y México ayudaron a la Segunda República. El país de América acogió a trescientos mil exiliados y eso no lo olvidamos en España.
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