Día de quedadas
La verdad es que las quedadas no suelen dar muy buen resultado pero siempre se conoce a alguien interesante y de hecho, salen parejas e incluso quién sabe si alguna que otra boda dentro de unos pocos años.
Un amigo conoció a una chica nacida en Cantabria que trabajaba en Ávila pero que venía a Valladolid porque tenía aquí el trabajo y mira por donde, de la amistad se pasó al amor y de ahí a formar una pareja estable para luego tener dos hijos. No sé quién lo iba a pensar. La vida da muchas vueltas y las oportunidades están donde menos se espera porque el no ya lo lleva la persona y a partir de ahí, lo que se encuentre cada uno es algo que se gana. Ganar una esposa es algo increíble. En casa no se saca nada.
Por lo demás, seguimos recordando los tiempos de Miguel Induráin y más tarde, de Contador en el Tour de Francia. Son casi cuarenta años desde que ganó un francés la gran vuelta europea, por no decir mundial y fue Bernard Hinault en 1985, haciéndose con su quinta subida a lo más alto del podio en los Campos Elíseos de París pero solamente Induráin lo ha conseguido por cinco veces consecutivas. Era el más grande de todos. Viva Miguelón. Valladolid también ha tenido algún ciclista de renombre.
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