Influencers

 

No se puede vivir sin internet y los influencers se han ganado un papel en el tiempo libre y en la vida de la juventud y de quienes ya no son tan jóvenes pero se ven obligados a estar conectados a la red de redes. Personas normales con millones de seguidores en Internet adquieren popularidad mayor cada día para perderla de hoy a mañana de la forma más absurda ya que el mundo de hoy va mucho más rápido de lo que nos creemos y lo nuevo hoy pasa a ser algo desfasado en unos pocos años por no decir meses.

Los jóvenes de estos tiempos de cambio no tienen nada que ver con los de hace unas décadas y algo que era gratis o casi como el teléfono móvil se ha convertido en algo imprescindible y de precio alto. Primeramente te lo doy gratis y luego te creo una necesidad para hacerte comprar. 

La cultura de bares se va perdiendo pero todavía estamos muy por delante de otros países europeos en ese ámbito porque, a pesar de que como en casa no se está en ningún lugar, el encuentro en ciertos establecimientos abiertos al público es algo obligado sin importar la edad. Alguna vez a todos algún cerdo nos ha echado por no consumir o a saber por qué como le pasó a uno que yo me conozco en un bar de la calle de Santa Pero por suerte semejante impresentable y su mujer ya no llevan ese garito. Si no se sabe hacer un trabajo es mejor dedicarse a otra cosa distinta. El que hoy apenas le deja dinero a uno podría ser un magnífico cliente mañana.

Viva la clase obrera y abajo el egoísmo e individualismo de la derecha, que sólo trae miseria a la gente de la calle.