El Duque de Lerma y otros nobles de la ciudad del Pisuerga



Cervantes y muchos otros artista iban con la corte porque sus mecenas solían ser los nobles y allí es donde estaba el dinero y las riquezas, por lo que el escritor del Quijote estuvo en Tomar, Portugal o Valladolid, ya que no había otra opción mejor.
Felilpe II s ocupaba personalmente de todos los asuntos del reino que podía y es que quería saberlo, verlo y hacerlo todo y no era tan fácil, lo que no fue seguido por su bueno pero apático hijo Felipe III, hijo de su cuarta mujer, Ana de Austria, extranjera pero nacida en Cigales, que delegó su poder en el corrupto tordesillano duque de Lerma. Gaspar de Guzmán estaba emparentado con los reyes y supo sacar tajada de jugadas como llevar la corte a Valladolid, siendo muy beneficioso para la ciudad, donde una calle que va de Juan Mambrilla a la Universidad lleva su nombre pero no es un buen ejemplo a seguir. Los populares actuales o el propio Urdangarín son unos aficionados en comparación con el de Tordesillas, pueblo que merece visitar y que es mucho más que el Toro de la Vega y el pueblo del sanguinario general Queipo de Llano, enterrado en Sevilla.

Una figura de la diplomacia de esta época fue el conde de Gondomar, cuya Casa del Sol está muy cerca de los Palacios en loso que nacieron Felipe II y Felipe IV y también tiene calle proia justo al lado. La paz en la que se encontraba la Monarquía Hispánica contrastaba con la corrupción general en todos los reinos. Al final del reinado de Felipe III se entró en la Guerra de los treinta Años, gran conflicto europeo que será nefasto para los intereses de España y que concluirá conla paz de Westafalia, en la que se reconocerá la separación del Imperio Germánico de dos territorios hace ya tiempo independientes: la Confederación Helvética y las Provincias Unidas, que alcanzarán gran riqueza en un futuro próximo. La guerra contra la Francia de Richelieu seguirá hasta 1659 pero eso se tratará en otro momento. Por otra parte y volviendo atrás, el bisabuelo de Carlos I, "El Temerariio", padre de María de Borgoña, encontró la muerte luchando contra los suizos. La entrada de España en conflictos europeos lejanos y ajenos nunca fue beneficiosa para nuestros intereses sino todos los contrario.

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