LUGAR DE APRENDIZAJE DEL CASTELLANO

La verdad es que los americanos hispanohablantes tienen un vocabulario más rico y sus variedades del español son mejores que la nuestra y en Valladolid no se habla precisamente bien sino todo lo contrario pero incluso así la nuestra es una ciudad de escritores y literatos: Quevedo, Góngora, Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de León, Cervantes, Jorge Guillén, Miguel Delibres y algún otro que pasó por la Universidad o por la ciudad: Gaspar Núñez de Arce (que da nombre al instituto de la parte de Poniente, cerca del Pisuerga), Mariano José de Larra o Pérez Galdós. Algunos se nos olvidan pero seguro que José Zorrilla es el primero que se nos viene a la cabeza cuando se habla de Valladolid y su Casa Museo es una visitar obligada para cualquier visitante.

Parece ser Miguel Delibes tuvo como antepasado a un francés que vino a trabajara a la ciudad cuando el tren mejoró la comunicación con las ciudades cercanas y con Madrid porque el origen del apellido no engaña a nadie. Siempre conservador, dirigió El Norte de Castilla, decano de la prensa patria durante algunos años y supo adaptarse a los nuevos tiempos además de expresar como nadie el contraste entre la vida de los pueblos y de las ciudades como se ve en La sombra del ciprés es alargada y El Camino. Amigo del deporte y de la caza, todos recuerdan su afición por el fútbol y el ciclismo y sus largos paseos por la Acera de Recoletos, junto al Campo Grande.

Otra figura importante dentro de os escritores vallisoletanos es Rosa Chacel, que dejó una expresión magistral y unos retratos literarios admirables. Si volviésemos al pasado podríamos conocer a Beatriz Bernal, primera mujer autora de novelas de caballería, que tanto criticará con humor don Miguel de Cerantes Saaavedra en El Quijote.