LAS TORRES DE LA CATEDRAL
La que iba a ser una de las grandes obras de la Cristiandad y uno de los templos mayores del mundo quedó inacabada y no precisamente por la marcha de Juan de Herrera, nacido en Cantabria pero formado en la Universidad de Valladolid al Escorial (Felipe II tendría sus razones para establecer en ese lugar su residencia y no en la capital del Pisuerga) sino por la falta de dinero y por el terreno irregular circundante. No se nos olvide que uno de los ramales del Esqueva, el otro río de la ciudad y que desemboca ahora entre Rondilla y Barrio España, pasaba entonces cerca de La Antigua, que quedaría como un simple apéndice catedralicio y por consiguiente, de la propia catedral que incluso así, es de vista obligada como su Museo. catedralicio El antiguo alcalde, el famoso y no precisamente por sus logros León de la Riva hizo construir un innecesario ascensor para ver.. tejados en una de las torres de la catedral y que además no es gratis ni fue barato.
Un personaje importante que intervino en la catedral fue el arquitecto Diego de Praves, que tambie´n trabajará el la iglesia de San Martín y que da nombre a un instituto situado en el bario de Pajarillos y que, a mi humilde opinión personal, no es muy recomendable. En resumen, lo que pudo ser una obra maestra quedó en algo notable, lo que tampoco es´ta mal de todo pero el proyecto inicial era grandioso y quedó en eso. El terremoto de Lisboa de mediados del siglo XVII, devastador para la capital portuguesa también afectó gravemente a España y a edificios como la catedral de Valladolid o a algunos de la monumental y muy recomendable Salamanca. Una leyenda dice que la mujer del deán que´do sepultada por los escombros de la torre caída por el terremoto pero salió ilesa por su devoción a los santos y a la Virgen. No se sabe si es cierto. En la otra torre se construyó a principios del siglo XX una figura del Sagrado Corazón, al que somos muy devotos los españoles y lo son también otros europeos y que uno de los símbolos de al ciudad y ayudan a los que no conocen bien el centro a guiarse, creando un fondo curioso y siempre bello. En resumen, de las cuatro torres sólo dos llegaron a levantarse. Tampoco está mal ver los resto de la antigua Colegiata e imaginarse lo que pudo ser y no lo fue nuestra catedral.
España fue muy devota del Sagrado Corazón, como Austria e incluso Francia.
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