EL GRAND TOUR DE LOS NOBLES
España y Portugal quedaban fuera de la ruta que hacían los nobles de los siglos XVII y XVIII por gran parte de Europa. España y Portugal eran considerados por el propio Voltaire como países poco interesantes. De hecho, siglos antes, el cardenal Cisneros (que también tiene calle en el barrio de Rondilla de Santa Teresa) quiso traer al humanista Erasmo de Rotterdam a la universidad de Alcalá de Henares sin éxito porque según el holandés: "era un país de moros y de judíos", lo que no era cierto y hoy en día los erasmus quedan encantados con nuestro país. Durante el siglo XIX los viajes a España fueron muchos y casi siempre interesantes pero los viajeros, especialmente franceses, ponían de manifiesto el atraso de nuestro país frente al resto de Europa. Ya se veía en El Quijote y otras obras del Siglo de Oro y posteriores.
A pesar de que Valladolid fue el lugar de la boda secreta de los futuros Reyes Católicos en 1469, había pluralidad cultural y religiosa. La expulsión de los judíos y después de los moriscos (época de Felipe III) no se puede decir que fuesen beneficiosas para nuestra maltrecha economía de entonces.
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