Ochenta y siete años sin Federico
Valladolid está cerca de todos los sitios y es un lugar de paso pero hay que conseguir como sea que la gente se quede y deje el dinero aquí. No se necesitan a un par de pijos y tontos de Murcia que se entusiasman con un instituto de color rojo y desprecian el lugar donde nació Ana de Austria o donde se casaron Mariana de Neoburgo y el desafortunado rey de España, Carlos II de Habsburgo.
Castilla y León tiene mucho que ver y dos pueblos increíbles son Tordesillas (Valladolid) y San Leonardo (Soria) pero siempre hay algún vecino díscolo cuando no asesino como Queipo de Llano o Juan Yagüe. En Tordesillas nació algún ladrón que otro cono el duque de Lerma, que dejaba cono simples aficionados a los del PP actual.
Queipo de Llano no hizo lo posible por salvar al poeta granadino Federico García Lorca sino todo lo contrario: puede que ordenase su muerte según el historiador e hispanista nacido en Irlanda, Ian Gibson. El vallisoletano descansaba en Sevilla y el granadino no se sabe dónde está y tampoco se ha hecho lo suficiente por encontrarle porque a muchos no les interesa que se conozca la verdad.
La Unión Soviética hizo todo lo posible para encontrar a los muertos de la Gran Guerra Patria que acabó en Berlín y no en Moscú pero en España no importa conocer el pasado. La derecha es cobarde y manipuladora; vende lo bueno cono malo y viceversa para justificar la desigualdad en la que cree. Ya lo decía Rajoy en 1983: la libertad crea desigualdad pero también, algún inepto cono él que arruinó España para que luego lo tuviese que solucionar la izquierda.
No olvides a Federico y ojalá se le encuentre lo antes posible..
Las reformas que pretendía la izquierda chocaron con las élites y de ahí el Alzamiento ilegal.
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