Delfines en Venecia otra vez




 El virus aquel también tuvo su parte buena, como la vuelta de los delfines a Venecia y de muchos pájaros y otros animales a Valladolid, pero fue algo realmente perverso y que dejó secuelas terribles en todo el mundo, de la que todavía no nos hemos llegado a recuperar totalmente. Cuidado con las vacunas y con sus efectos secundarios, nunca se puede saber lo que algo así puede provocar en personas, tanto jóvenes como mayores. Mucho cuidado, por favor, cuidaos mucho, amigos.

La reconstrucción está en marcha y la falta de empatía de algunos no obsta a que el tiempo le ponga a cada uno en su lugar. Luchemos por lo nuestro y tratemos de llegar cada vez más lejos, pero siempre con la máxima precaución para defenderse de enemigos ocultos y algún traidor que se esconde en la piel de cordero, un lobo depredador que no es más que un cobarde y oportunista más, un interesado y un falso. Todo llegará y habrá que rendir cuentas ante los demás y la justicia universal. Hasta pronto y luchad siempre por lo vuestro.

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