EL GLORIOSO PASADO DE LA CIUDAD


Los ricos y nobles, emparentados con los reyes, a los que calificaban de "primos" formaban una oligarquía siempre muy cercana al poder y un buen ejemplo de ello era el duque de Lerma, pariente lejano de Felipe III y que trajo la Corte a esta ciudad hasta que el dinero de los madrileños les devolvió para siempre la capitalidad.

Las casas de los ricos destacaban respecto a las de las personas que no formaban parte de este estamento y tenían todo tipo de comodidades. Las desigualdades eran algo normal en aquellos tiempos pero parece que tampoco se ha avanzado tanto en este aspecto y la riqueza tiende a concentrarse en unas pocas manos. Ya lo decía Maquiavelo en "El Príncipe", los cambios exteriores no quieren decir que todo no sea igual. Las zonas de San Martín y de San Benito eran algunos de los lugares de residencia preferidos para los más ricos y nobles. Por desgracia en este país nunca hubo una clase burguesa al estilo de la de otros países europeos y el siglo XVII  será nefasto para Estpaña y Portugal mientras que en dos territorios en los que no triunfó el absolutismo como fueron las Provincias Unidas e Inglaterra muchos vieron crecer su patrimonio de forma exponencial y se pusieron las bases de una futura Revolución Industrial. En España había mentes privilegiadas pero no tenían la libertad ni el apoyo que otros disfrutaron en el extranjero. Castilla se verá muy afectada por la decadencia española del siglo XVII y perderá gran parte de su población, pasando entonces el peso económico de forma definitiva a la periferia peninsular.

El duque de Lerma era un auténtico ladrón profesional que deja a la camarilla del PP como simples aficionados. No vamos a hablar de los papeles de Bárcenas o las mil y una fechorías de Urdangarín porque Lerma sabía hacer negocios turbios y aprovechar la época de relativa paz para enriquecerse de forma ilícita mientas que Felipe III se desentendía de los problemas; ya se lo decía su padre, Felipe II, a don Cristóbal de Moura: "temo que me lo gobiernen".La cuestión es que la llegada de la corte a la ciudad del Pisuerga atrajo a importantes personajes como fue Miguel de Cervantes. No se nos olvide que Quevedo, ilustre estudiante de la Universidad y Góngora, que también tiene calle en el barrio de Rondilla de Santa Teresa comenzaron su rivalidad aquí. La marcha de los Reyes a Madrid supuso una importante pérdida de población para Valladolid que ya no volverá a recuperar su esplendor hasta siglos después pero el orgullo queda y se presume de que "fue capital de España", país que no existía todavía, siendo una amalgama heterogénea de reinos con el mismo dirigente; era el caso de Castilla y Portugal, enfrentados entre sí pero con el mismo rey. La dinastía de los Habsburgo o de los "Felipes" como ellos dicen durará poco y los portugueses pasarán a la órbita de Inglaterra, dirigida por el malogrado Carlos I, que pretendió casarse con una hermana de Felipe IV o el nefasto para España Oliver Cromwell, auténtico dictador que dirigió las Islas Británicas con mano de hierro.

Comentarios

  1. La corte estaba cada vez en un lugar y fue Felipe II quien la instaló en Madrid. Otra opciones eran Valladolid y Lisboa en los tiempos de la unión entre reinos ibéricos.

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