Las oportunidades no son iguales para todos

 El cuatro de julio es la fiesta nacional estadounidense y ellos no deben nunca olvidar que lograron zafarse del dominio británico del rey Jorge III gracias al apoyo de los españoles a su causa, llegando a retener un ejército de Su Majestad Jorge III en Gibraltar, atacada por Carlos III de España, plaza que no se logró conquistar y que sigue todavía ilegalmente ocupada por los británicos y lo que es peor, se ha convertido en un paraíso fiscal. De ladrones saben mucho los británicos.

Estados Unidos tiene seis bases militares en España, nos obligó s dejar Guinea Ecuatorial y entregar el Sáhara Occidental a Marruecos, enemigo de siempre y ha intervenido con probabilidad en el desarrollo de la Transición. No sé qué hacemos en la OTAN, que no defiende Ceuta y Melilla.

Ojalá nuestro Doce de octubre fuese para nosotros lo que el Cuatro de julio para Estados Unidos, monstruo creado en parte por nosotros. Ya desde su independencia pretendía llegar al Pacífico, lo que supondría un retroceso de nuestra América, más tarde de México, que perdió más de la mitad de su territorio ante el poderoso vecino del norte, que ha invadido Granada, Panamá, Irak y otros países.

El tiempo pondrá a cada uno en su sitio y Estados Unidos tuvo su Vietnam, que le derrotó en repetidas ocasiones hasta la cobarde salida de Nixon de la parte sur del país, que se unirá al norte.

La derecha defiende la desigualdad y la corrupción, el engaño y el robo a la clase obrera. Nunca hay que votarles y menos si el candidato es amigo de un narcotraficante.

Ellos defienden que las oportunidades están igual para todos pero la realidad es otra. Juegan sucio y engañan, nos venden lo malo como bueno y viceversa. Tienen sociedades satélite o fantasma. No pagan apenas impuestos y han hecho mucho daño a los trabajadores, algunos hasta les votan.

El PP es lo peor para la clase obrera y no es un partido de centro derecha moderno sino una panda de ladrones y corruptos que juegan sucio. Nunca les votéis.