Nos deja Francisco Ibáñez

 Los dos detectives más famosos de toda España tienen ya sesenta y cinco años pero parece que no envejecen sino todo lo contrario. 

Todos les conocemos muy bien como sus mil aventuras y situaciones cómicas, cada vez más disparatadas como los delincuentes contra los que luchan como Chapeau El Esmirriau o Billy El Horrendo pero siempre sobreviven para reencontrarse con el profesor Bacterio, el superintendente Vicente o con Ofelia, cuya belleza es siempre discutida por Mortadelo y de vez en cuando por su jefe Filemón, que no es un maestro del disfraz como su subordinado pero es más racional.

Mortadelo y Filemón están en todos los Juegos Olímpicos y Mundiales para hacer de las suyas. Hasta Aznar y Bárcenas aparecen en sus historietas.

Hay quien prefiere vivir en el mundo de Rompetechos o en el país de las chapuzas de Pepe Gotera y Otilio, que tanto nos recuerdan a los personajes de una famosa serie de televisión de finales de los noventa.

Trabajar de botones tiene también su encanto y más von un Director y Presidente que se alteran por la mínima.

Todos los edificios tienen su encanto como el número 13 de la Rue del Percebe. Hay de todo por allí y no siempre bueno, aunque divertido.

No sé qué habrá sido de la Familia Trapisonda, no es la Familia Matthews ni la Familia Monster.

Menos mal que Ibáñez dejó el Banco Español de Crédito para regalarnos horas y horas de diversión. Alguna vez estuvo en Valladolid y hay quien tiene algún tebeo con su firma.

Hasta pronto.