La tierra sin fin

 Hoy en día viajar no es algo demasiado oneroso y cuando acabe la pandemia todo volverá a la antigua normalidad. El Gobierno ha hecho lo que ha podido.

No sé si los españoles que viajaban en barco hubiesen imaginado llegar por los aires a Cuba o a República Dominicana en pocas horas pero hoy es posible gracias a la tecnología y el progreso.

Está bien viajar al Nuevo Mundo pero no se nos olvide que el Viejo también tiene regiones interesantes y más historia, sin menospreciar las grandes civilizaciones americanas como los incas, mayas, aztecas o toltecas. 

Una región europea que se divide entre Rumanía, Moldavia y Ucrania es Bucovina, que perteneció al Imperio Austrohúngaro pero por la que pasaron sarmatas, dacios, godos, hunos, pechenegos (vasallos del reino de Kiev),  bizantinos, polacos (el que es uno de los países más antiguos de Europa ha cambiado de límites muchas veces), alemanes, turcos y más pueblos, haciendo de la región una de las más interesantes de toda Europa, destacando la ciudad de Chernivitski, con su famosa universidad y preciosas calles y edificios. Hay para todos los gustos.

Si bien Carlos I de relaciona con Castilla a pesar de haber nacido en la actual Bélgica, su hermano Fernando I, nacido en Castilla, se relaciona con Europa Central. Juana I de Castilla, jurada como reina en Valladolid tuvo dos hijos emperadores y cuatro hijas reinas de los siguientes países: Portugal, Francia, Hungría (de territorio muy mermado tras Mohacs) y Dinamarca (rival en la futura guerra de los Treinta Años). Partes la historia triunfó.