El engaño de los privilegiados
Ellos nos mienten continuamente y nos venden lo bueno como malo y viceversa porque el dinero no tiene patria y eso lo sabía muy bien el rey de Castilla, Portugal y otros territorios, Felipe II de Habsburgo y Avis.
El dinero pinta madero y mueve el mundo. La economía por desgracia es una ciencia de la pobreza y no de la riqueza. La competencia tiene que sustituirse por la colaboración y el papel del Estado en la economía es esencial para la redistribución de la riqueza.
A esto se opone el liberalismo y las tendencias derechistas. Con la derecha y la ultraderecha hay mucho menos trabajo y de mucha peor calidad. Los impuestos son necesarios y buenos para todos.
El PP dice una cosa pero hará lo contrario en el gobierno. Ojalá el gallego que lo dirige no llegue nunca a presidir España porque podría hacer bueno a Rajoy, amigo del vino y del robo a manos llenas. Vaya con Mariano R. Vaya con los papeles de Bárcenas.
Otros que tampoco aportan nada o casi nada y cuestan caros son los Borbones. Ya se les echó de Italia, Francia y Grecia pero aquí no hay manera. Felipe, haz algo útil en tu vida y no lleves a la infanta a un colegio elitista, que de eso tú sabes mucho. Tus cuñados merecen ser socios del Ateneo Republicano de Valladolid o de cualquier otro.
No caigamos en las trampas de la derecha. No importa que haya más trabajo sino empleo de calidad. Las personas están por encima del capital.
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