Nuestro idioma se extiende por todo el mundo

El origen del idioma castellano está lejos de aquí: norte de Burgos y sur de Cantabria. Localidades burgaleses como Medina de Pomar y Villarcayo, en la región de las Merindades de Castilla deben visitarse por los amantes de la lengua castellana y de la historia porque Castilla comenzó allí, zona de León oriental y peligrosa por ser la vía de las aceifas musulmanas, muchas veces de efectos devastadores, caso de Almanzor, que atacó Santiago de Compostela y tantos otros lugares de los entonces casi insignificantes reinos cristianos del norte de la Península Ibérica.
La Tierra de Campos hoy está casi despoblada pero fue durante mucho tiempo un territorio en litigio entre los leoneses y los castellanos: a nadie se le olvide la batalla de Támara, pueblo con la excelente iglesia de San Hipólito.
Castilla se fusiona con León y se extiende por dos tercios de la Península a costa de los musulmanes. La crisis en tiempos de María de Molina hace que pierda territorios ante Portugal y Aragón pero ni mucho menos es su fin. Las guerras civiles de la Baja Edad Media serán sangrientas pero a finales del siglo XV se incorpora el Reino de Granada y se ponen las bases para la unión con Portugal, aunque no saldrá la cosa bien y el emparentar con los Habsburgo será la ruina a la larga del reino principal de España, que unirá sus destinos con Aragón y se hace con Navarra gracias a Fernando, regente del reino y antiguo rey consorte.
Cristóbal Colón, cuya Casa Museo es interesante e instructiva llega al Nuevo Mundo y reclama amplios territorios para Castilla. Cortes o Pizarro se hacen con el control de imperios y dos siglos más tarde Blas de Lezo derrota de una forma estrepitosa y sin igual a los británicos en Cartagena de Indias.
La ayuda española a los rebeldes de las Trece Colonias fue decisiva pero se creó otro enemigo mucho peor y que nos expulsará de Cuba, Puerto Rico y Filipinas pero tendrán su Vietnam décadas más tarde.
Nuestro idioma es uno de los más importantes y hablados del mundo.