Hablando se entiende la gente




 Hablando se entiende la gente, como decía el antiguo rey de España, Juan Carlos I, que disfruta de un bello exilio a miles de kilómetros de su país y también del país en el que nació, Italia, ya que su abuelo Alfonso XIII dejó España, dando lugar a la Segunda República, contra la que Sanjurjo, Goded, Franco, Mola y otros se levantaron en julio de 1936.

Franco no buscó la reconciliación sino destruir al enemigo, lo que ha llevado a abrir heridas que todavía quedan en nuestro país y que son de difícil solución. Un personaje capaz de llamar a los dictadores fascistas para vencer no puede ser bueno, en tal caso, discutible.

En los años sesenta la buena coyuntura internacional también favoreció a España tras años de políticas económicas erróneas y la playa de las Moreras, la Fuente del Sol y el mercado de la plaza de España darán paso a visitar las costas del norte de España y a los grandes almacenes. Todo tiene su momento.

La plaza de España es un lugar de comercio y reunión. Su situación es realmente privilegiada y tiene mil y una historias en su haber. Sus edificios don maravillosos y el museo del García Quintana debe verse con calma porque los animales y las plantas nos enseñan mucho, más de lo que nos creemos.

Calles como Montero Calvo, Teresa Gil, Duque de la Victoria, López Gómez, Manteria o Panaderos las conocen y recorren miles de personas cada día. Recomiendo pararse en alguna de las pastelerías y disfrutar de los dulces típicos de la ciudad y provincia.

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