Jacobo VI de Escocia y la Gran Armada

 Jacobo VI de Escocia llegará a ser Jacobo I de Inglaterra tras morir sin descendencia Isabel I Tudor, hija de Enrique VIII y Ana Bolena. El hijo de María Estuardo era amigo del Conde de Gondomar, embajador de la Monarquía Hispánica en Inglaterra y el primero que habló de William Shakespeare en la península Ibérica.

Escocia fue mucho tiempo un reino enemigo de Inglaterra y en la Gran Armada, neutral, acogiendo a muchos náufragos españoles, que huían de la prisión en Inglaterra, cuando no de una muerte segura. Inglaterra y Escocia se unen a principios del siglo XVIII con el Acta de Unión, que dará inicio al reino de Gran Bretaña. 

El propio Enrique VIII se tituló Rey de Irlanda pero era algo más bien ficticio y de hecho, los primeros colonos ingleses eran católicos. Lo cierto es que los españoles de la Gran Armada no siempre fueron tratados bien por los clanes, muchas veces vendidos a los ingleses, contra los que luchó siempre Red Hugh O'Donnell, que acabó sus días en Valladolid. 

Los prisioneros fueron ayudados por Jacobo VI de Escocia, futuro rey inglés, tal vez porque esperaba llevarse bien con la Monarquía Hispánica o porque pretendía perjudicar a su vecino del sur, que más tarde regirá. No importa el porqué, la cuestión es que muchos de los prisioneros fueron rescatados y regresaron a España. Algunos se engancharon de nuevo al ejército hispánico en Países Bajos. Cuenta la leyenda que un grumete polaco, tras ser rescatado, volvió andando a su país. La Contraarmada del pirata Drake fue un fracaso y el Prior de Crato no llegará a ser rey de Portugal nunca. En cuanto a la Gran Armada, las decisiones del Duque de Medina Sidonia no fueron erróneas del todo. La planificación fue mala desde el principio pero muchos barcos se perdieron por las tempestades y no por el ataque inglés.

Hasta pronto. Os espero a todos en la plaza Mayor y en Fuente Dorada.