Wamba sorprende
Los alrededores de La Antigua fueron un cementerio de pobres, aunque ahora haya losas y plantas. La cruz frente a la iglesia ya lo indica todo pero eran otros tiempos. La última obra de la iglesia sacó a la luz numerosos restos arqueológicos, algunos inesperados.
Wamba toma su nombre del rey visigodo y se encuentra a unos veinte kilómetros de la capital del Pisuerga y del Esgueva, junto a los montes Torozos. Es famoso por el increíble osario, que perdió su integridad hace mucho tiempo por culpa de algún célebre médico e investigador, que se llevó varios camiones de restos a Madrid, haciéndonos un flaco favor a los castellanos y leoneses. En la región portuguesa de Alentejo hay dos casos parecidos en Évora (reconquistada por un hijo ilegítimo de Felipe IV en el siglo XVII para ser perdida después) y en Campo Maior.
Pasalodos habla de Wamba, de Santa María de la Antigua, de la catedral, del Sillón del Diablo, de los ovnis del valle de Esgueva y de otras muchas historias en su libro. Hace poco estuvo en el programa de Miguel Blanco, uno de los más famosos de la radio española.
En 1980, un extraño objeto fue visto en la calle de Miguel Íscar pero un poco antes, en Matapozuelos, se habla de encuentros con extraños seres, tal vez venidos de otros mundos diferentes al nuestro. En este planeta 🌎🌍 no hay demasiadas cosas buenas como para pretender quedarse aquí. Es como un punto malo y alejado de las cosas buenas del Universo.
Una provincia tan histórica como la nuestra tiene muchísimo que ver y que enseñar al visitarte, a pesar de que muchas cosas están ocultas a nuestros ojos.
Se recupera el ambiente universitario tras las fiestas y todo vuelve a la más absoluta normalidad.
Puede que a uno le pare la secreta cerca de la Rosaleda pero también puede que se tope con algún que otro conejo.
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