De Valladolid a Viena

 Felipe IV era de Valladolid pero vivía en Madrid. El traslado de la Corte se decide en la localidad palentina de Ampudia. Mariana de Austria era de origen austriaco y no tuvo ningún problema en reconocer la independencia de Portugal, con todo lo que ello conllevaba, como se demostró en la guerra de sucesión, tras la desaparición del desdichado Carlos II, cuya segunda boda se celebró cerca del palacio donde su padre y su abuelo fueron bautizados, actual calle de San Diego. Una frontera de más de mil doscientos kilómetros y sin apenas fronteras naturales es un problema terrible para evitar invasiones extranjeras.

Viena es ayudada por Felipe IV contra los turcos, aunque eso suponía perder Portugal para siempre y tener al lado a un país en la órbita de Cromwell y Carlos II de Inglaterra y Escocia. Fernando III no agradeció el apoyo español y más tarde, Carlos de Habsburgo querrá ser rey de España, vendiendo gran parte de sus territorios al diablo: Inglaterra (pronto Gran Bretaña), Portugal, Austria, Saboya, Prusia, Provincias Unidas y a otros enemigos del bisnieto de Ana de Austria, hermana de Felipe IV. El amigo y pariente lejano austriaco nos traicionó una y otra vez pero incluso el Imperio Austrohúngaro y el Otomano desaparecerán a principios del siglo XX, pero el mundo ya lo domina otro terrible monstruo que nos acababa de traicionar, un país sin nombre al que ayudamos a ser libre y no hace falta decir su nombre: Estados Unidos de América.