Regalo al dictador




 Margaret Thatcher defendió las Malvinas y Arias Navarro huyó como un cobarde ante la absurda invasión de Marruecos al Sáhara Occidente. Esa es la diferencia entre el mediocre y sanguinario jurista, cobarde y traidor a España y la Dama de hierro, que regaló a Augusto Pinochet, gran admirador del traidor Francisco Franco, un cuadro de recuerdo de la derrota de la Gran Armada, aunque tal vez se le olvidó incluir el fiasco de la Contraarmada en Galicia y Portugal, entonces dirigido por Felipe II. 

Drake no tuvo un buen final y no pasó de ser un pirata y un ladrón de poca monta, aunque diese la vuelta al mundo, que no fue el primero y ni siquiera, el segundo. Howard estuvo en el bautizo de Felipe IV, celebrado cerca de la casa del conde de Gondomar, amigo de Jacobo I de Inglaterra, VI de Escocia e integrante de la mítica dinastía de los Estuardo, con dos Roberto, seis Jacobo y María, que tuvo un final trágico al ser ejecutada por su prima Isabel I Tudor, hija de Enrique VIII y Ana Bolena; siempre les quedará Shakespeare a los británicos.

Luchemos contra los tránsfugas con todos nuestros medios.

Vayamos al cine 🎥 de verano a la Casa de José Zorrilla y a discutir de economía e inversión al hostel de la calle del Paraíso. Hasta pronto.

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