La culpa no es de nuestra estrella sino de nuestras acciones
Las videntes y los futurólogos nos engañan con promesas imposibles y rituales que difícilmente van a finca en un mundo increíblemente complejo y lleno de peligros y más peligros pero tenemos que creer en algo.
La paciencia y el optimismo, junto con el tiempo, son capaces de derrotar a cualquiera y a cualquier tipo de enemigo. Si se trata bien a alguien, volverá y si no, nos dejará para siempre y eso no debería olvidarlo absolutamente nadie. Las reglas del juego son las que son y las cosas bien hechas quedan.
Hasta pronto.
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