Es difícil ser profeta en la tierra propia
Fue el caso del cantante español Carlos Marín, más apreciado fuera que dentro de España y de tantos otros como Julio Iglesias o hasta los Nadie o Celtas Cortos.
Lo que tenemos es muy bueno o incluso increíble, pero basta que las cosas sean así para apreciar lo que viene de fuera.
Las croquetas son muy buenas y mejores todavía si se comen en los alrededores de la plaza Mayor o en algún bar de barrio de esta ciudad. Son uno de los mayores placeres de la vida para muchos porque se pueden hacer de muchas formas distintas. Lo castellana y leones es muy bueno.
Lo cierto es que las croquetas aparecieron en la Corte de Luis XIV de Francia, hijo de Ana de Austria. El famoso cocinero Bechamel pudo haberse apropiado de una receta de cocineros italianos anteriores a él, pero no será hasta el siglo XIX cuando se generalice el famoso snack que tanto sirve para una boda como para un cumpleaños de una amiga nueva. La cuestión es que sean crujientes. Son internacionales y el nombre podría variar según el país. Llegan a España en tiempos de la invasión francesa de principios del siglo XIX, Napoleón, pero pasó de la aristocracia a las tabernas y a las casas particulares. Hasta pronto y felices fiestas. Y que la fuerza esté siempre con todos vosotros.
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