El cardenal astuto

Mientras los franceses celebran con gran devoción su fiesta nacional del día catorce de julio, día de la Toma de La Bastilla, prisión parisina que ya no existe, los españoles se toman muy poco en serio el Doce de octubre, día del Descubrimiento. Copiamos del vecino lo malo y no lo bueno.
La figura del valido I persona muy influyente en la Corte o que gobernaba en lugar del rey no es exclusiva de España y en Francia tuvieron a dos cardenales, Richelieu y Mazarino.
Richelieu venía de la baja nobleza de la región de Poitiers y defendió siempre el absolutismo real.
A pesar de su demagogia: era cardenal y defendía los intereses del bando protestante en la guerra de los Treinta Años, en la que estuvo cerca de ser derrotado y así hubiera sido con una buena coordinación entre las dos ramas de los Habsburgo; inteligencia: supo sacar partido de las rebeliones de Cataluña y Portugal al máximo; intrigas: basta con leer a Alejandro Dumas, aunque una novela ni es la historia y otras cualidades de corte maquiavélico, no tiene buen cartel ni en Francia ni a nivel mundial.
Ojalá el iluso Olivares hubiera aprendido de él porque no se puede derrotar a enemigos formidables todos a la vez sino uno por uno.
Supo imponerse sobre la reina Ana de Austria y Gastón, hermano pequeño del rey Luis XIII por no decir sobre todo el mundo pero la época de apogeo de Francia durará poco porque Luis XIV seguirá una política expansionista poco efectiva y ruinosa en lo económico si bien con pequeñas ganancias a costa de su primo Carlos II de España.
Luis XV se vio enfrentado a una Gran Bretaña (Escocia se une a Inglaterra a principios del XVIII) poderosa y de Luis XVI es mejor no hablar. Vaya con los descendientes de Ana de Austria, que nació en el Palacio de los Condes de Benavente de Valladolid.