Tardes sin saber qué hacer



Cuando éramos niños las tardes de verano parecían interminables e incluso aburridas pero esto ha ido acabando según nos hacíamos mayores y la vida se iba complicando cada vez mas.
La verdad es que el verano da mucho de sí y tampoco pasa nada por tener que estudiar un poco. Todo es cuestión de organizarse y no perder el tiempo.

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