Solamente los héroes vuelven del Inframundo
La principal atracción turística de Turkmenistán, país ribereño del Caspio y perteneciente hasta 1991 a la URSS, es un cráter artificial que no para de arder. En unas prospecciones para obtener minerales se topó por el equipo con gases tóxicos y no hubo mejor idea que prender fuego para que se consumiesen y la cosa lleva ardiendo casi cincuenta años.
Felipe II tenía fobia al Infierno, descrito en La Eneida por Virgilio y por Dante en la Divina Comedia pero también los musulmanes tienen su propio infierno como los orientales. Tal vez sea un estado psicológico y no un lugar real.
Hércules, Eneas y otros regresan de allí, abriendo el camino a Lázaro y Jesús.
Algo tendría Escorial para construir allí el monasterio por Felipe II.
El Bosco fue el autor del tríptico El jardín de las delicias, en el que el infierno de representa de la manera en que lo entendemos los cristianos: el fuego y el sufrimiento. Los sufíes creen que el mayor castigo es no poder ver a Dios ni estar con el Creador. Quién sabe si éstos hunden sus raíces en tradiciones orientales más antiguas que el propio Islam.
Topónimos relacionados con el Diablo y leyendas en las que interviene el peor enemigo de Dios hay por toda España, como la del Puente Mayor de Valladolid.
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