Lugares de dinero, sitios de poder

Francisco de Quevedo siempre estuvo muy relacionado con la realeza y su sátira a Olivares le salió cara, pagando con cárcel su "Católica, Real, Sacra Majestad". El estudiante de honor de nuestra Universidad tenía un gran dominio de la gramática y de la lengua española en general y por eso tiene su sitio entre los grandes.
Ni Cervantes ni Mozart murieron ricos pero salen en las monedas de un euro de España y Austria. Como decía Quevedo: "poderoso caballero, Don Dinero".
Por suerte no tenemos un gobierno de la derecha y es que Mariano favoreció descaradamente a los ricos en perjuicio de las clases populares, debiendo más de uno abandonar los estudios por problemas económicos mientras que el parado sin prestaciones pagaba el colegio al rico "de la concertada", que es una privada aunque Pablo Casado quiera hacernos ver lo contrario. No todos pueden pagarla y hay quien no tiene más elección que la pública.